Leyenda del Castillo de Andrade.
Cuentan que hubo un alcaide muy mujeriego en el castillo, llamado Pedro López, a quien le gustaba Elbira, doncella de la mujer del señor de Andrade. Pero está andaba enamorada de Mauro, paje del mismo señor. despechado el alcaide, encerró con malas artes a los dos en el calabozo de la torre e hizo creer al señor que habían escapado. Un esclavo mudo llamado Zalemi bajaba todos los días a llevarles alimentos, hasta que Mauro se soltó e hirió de muerte a Zalemi, quien, no obstante, pudo cerrar la trampilla de acceso al calabozo.
El alcaide los dejo morir de hambre porque no confiaba en ningún otro criado. Herido de muerte por el novio de otra moza que pretendía, se lo contó al señor de Andrade cuando éste fue a consolarlo en su última hora. El señor de Andrade, lleno de dolor porque Mauro era su hijo natural, mató al alcaide con su propia daga y mandó bajar al calabozo, donde encontraron a los dos jóvenes abrazados.