Festa da Androlla, Entroido de Viana do Bolo.

   Tierras de montaña, limítrofes con Zamora, que guardan la esencia de ancestrales tradiciones, tal como se evidencia, cada domingo de Entroido o Carnaval, en el desfile de "foliones": grupos de máscaras que representan a cada parroquia, a cada grupo y que se acompañan con estruendosos bombos de percusión. Entre las máscaras destacan los exóticos "boteiros", coronados de una especie de larga cornamenta floral y que evidencian antiguos ritos, a los que se añaden otros aportes traídos por la emigración de exóticos países. En el aspecto gastronómico se celebra la "androlla", especie de botillo, esencial al popular cocido, acompañado de los "cachelos" y los grelos.
    
     La “Festa da Androlla” se celebra el “Domingo Gordo” del Entroido de Viana do Bolo. Se trata de una comida multitudinaria que tiene lugar en el interior del pabellón polideportivo y en sus alrededores, que acogen a unos 3.000 comensales. El menú comienza con un caldo con picatostes, seguido de los célebres cachelos (patatas cocidas) con grelos, lacón, chorizo y androlla. A continuación se sirve elcordero asado (criado en la zona), para rematar la comida o “xantar” con la bica de Viana (una especie de bizcocho) y los afamados vianos, unos bombones rellenos de miel.





     El Entroido o Carnaval de Viana do Bolo, que goza de reconocida fama, es quizás uno de los más originales que se celebran en Galicia y el evento más antiguo y con más tradición de la zona. Los preparativos de esta fiesta comienzan al finalizar el día de Reyes, con los ensayos y la preparación de disfraces y carrozas. Al finalizar la jornada diaria y durante los fines de semana, los vecinos se organizan para ir a tocar el “folión” por todos los pueblos de la comarca. Hay numerosos “folións”, bandas de música formadas en los distintas parroquias y lugares de la comarca, que hacen sonar rítmicamente grandes bombos y aperos de labranza.

Y así hasta que llega el primero de los días de harina (“fariña”), “O Xoves de Compadres” (El Jueves de Compadres), que tiene lugar dos jueves antes del “Domingo Gordo” (Domingo de Carnaval). La noche anterior, la del miércoles, las mujeres persiguen a los hombres para robarles una prenda y colocársela al “Lardeiro”, un muñeco de hierro relleno de paja y petardos que se cuelga en un poste de la Plaza Mayor. Al día siguiente, el jueves, los hombres persiguen a las mujeres para llenarlas de harina. Luego lo celebran con una gran cena de compadres, tras la cual se sale de parranda hasta el amanecer. A continuación llega el sábado de harina, con fiesta y charangas para dar la bienvenida a los jóvenes que estudian fuera del pueblo.


Los lardeiros son tradicionalmente vestidos con prendas robadas a los mozos y a las mozas de Viana.
El siguiente jueves es el día de la revancha de las mujeres, “O Xoves de Comadres”. La noche anterior son los mozos los que roban una prenda a las chicas para colocársela a la muñeca “Lardeira”, que se coloca en un poste al lado del “Lardeiro”. Durante el día, las mujeres persiguen a los hombres para llenarlos de harina. Por la tarde, los niños tienen su día especial, con desfiles de disfraces y carrozas, acompañados de grupos tocando el “folión”. Por la noche, las mujeres, disfrazadas y agrupadas en comparsas que rivalizan entre ellas, organizan una cena, sólo para ellas, que finaliza con el alba. El viernes se celebra una fiesta de disfraces para niños y mayores, juntándose todos de noche para ir de “folionada” por calles y bares de la villa, al igual que el sábado, un día en el que la población de Viana do Bolo se suele triplicar.

El “Domingo Gordo” es el día grande del carnaval. Desde bien temprano, la Banda de Gaitas del Ayuntamiento recorre las calles con alboradas para despertar a vecinos y visitantes. Tras la recepción a las autoridades, el pregón y la entrega de las insignias de la “androlla”, se inicia el gran desfile que recorre las principales calles, participando todos los personajes típicos del Entroido: “Os Boteiros”, “A Mula”, “Os Folións” y “As Carrozas”.



Dos boteiros del Entroido de Viana do Bolo, con sus típicas indumentarias.
El Boteiro es la figura más llamativa del Entroido. Con su llamativa máscara negra, tiene como misión mantener alejados a los espectadores, dando grandes brincos sobre una pértiga corta de colores llamada “monca”. Sobre la cabeza, el boteiro lleva la llamada pantalla, un ornamento de vivos colores que va sujeto a la cabeza. Además, la vestimenta del boteiro está también compuesta por otras tres piezas: unos pantalones de raso rojo, unas polainas de cuero llamadas “leguis”, y una vistosa camisa confeccionada a partir de una camiseta de felpa, sobre la que se cosen cintas rizadas de seda o raso que forman vistosos dibujos de colores, empleándose en ella más de 1.000 metros de cinta. El cinto está hecho de cuero forrado de tela y doce esquilas (cencerros) que tintinean cuando el boteiro salta.


El Maragato y la Mula.

La Mula siempre va guiada por un Maragato; antiguamente se subía a sus lomos al cacique del pueblo para que convidase a vino y viandas a todos los vecinos.




Durante esta jornada, el concello obsequia a todos los visitantes con la degustación de un pincho de androlla, el producto gastronómico más internacional de la zona, y que celebra su propia fiesta en este día.

Como en todos los carnavales de la provincia de Orense, el lunes es el día dedicado a los niños, con desfiles, concursos y pasacalles en los que los más pequeños son los reyes de la fiesta. El martes es el penúltimo día del Entroido. El fulión recorre las calles y se despide hasta el año próximo. Disfrazados y cargados de harina, los participantes en la fiesta, recorren las calles hasta la hora del baile y de los concursos de disfraces. Al día siguiente, “O Mércores de Cinsa” (Miércoles de Ceniza), tiene lugar la procesión del entierro de la sardina.



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