Tour virtual de la Catedral de san Martiño de Mondoñedo.


La Catedral es, sin duda, uno de los principales motivos para que el viajero se detenga en Mondoñedo y recorra la vieja ciudad. Declarada monumento nacional en 1902, mantiene una planta basilical de tres naves y fue construida en 1219.y las reformas posteriores son, en su mayoría. Barrocas. La Catedral se comunica con el Palacio Episcopal que alberga el Museo Diocesano, donde podremos auténticas joyas en ornamentos religiosos y una completa colección de arte.



Despacito y con buena letra, la Iglesia ha escrito la historia de Mondoñedo en la piedra. Por su caligrafía primorosa la Catedral recibió la distinción de Monumento Nacional en 1902. Es medieval, del siglo XIII, de estilo románico cisterciense, y las reformas posteriores son, en su mayoría, barrocas.
En su interior, los estudiantes de arte pueden recibir varias lecciones a un tiempo, porque es una amalgama impresionante de estilos, la huella del paso del tiempo por un edificio que gobernaba la vida de la capital de la diócesis. Las delicadas pinturas murales son del XIV. El coro, de madera, es de estilo gótico flamígero.
La Virgen Inglesa de 1555 descansa en la capilla del Santísimo Sacramento. Así la llaman desde que fue trasladada desde la catedral londinense de San Pablo para ponerla a salvo en tiempos de la Contrarreforma. Con ella viajaron Santa Ana y la Virgen niña que están en esta otra capilla del siglo XVII.
Desde 1968 la Catedral alberga las dependencias del Museo Diocesano. La visita puede comenzar por una capilla del siglo XII, continuar en la de San Ignacio de Loyola y la plateresca de la Concepción, detenerse en el despacho episcopal del XVI y terminar, de momento, en la capilla dieciochesca de Nuestra Señora de la Corona Franciscana.
Para seguir recorriendo el Museo, hay que salir al claustro de la Catedral. Se llega así a los dos grandes salones góticos, en los que cuelgan los arbotantes de la Catedral, que hasta el siglo XVI estuvieron al descubierto.
Como un cajón de sastre rebosante de mil maravillas. Así es este museo que hay que visitar con detenimiento: libros corales, retablos antiquísimos, una colección de lienzos de valor incalculable. Curiosidades como el dormitorio del Obispo Luján, tan realista que casi es una intromisión en la intimidad. Obras de arte y objetos de deseo para anticuarios, como la colección de zapatos de los obispos, que se conservan tan intactos como las capas pluviales de Sus Ilustrísimas. Un derroche de lujo y esplendores pasados que necesita más atenciones y mejores cuidados para promover su conocimiento.
Famoso en toda España fue el Seminario de Santa Catalina, el que fuera primer centro de formación de religiosos de Galicia. Sus orígenes son del siglo XVI, aunque el edificio actual es neoclásico, producto de una reforma del XVIII. En la actualidad sigue cumpliendo las funciones de seminario, pero se ha reconvertido en un centro de enseñanza para jóvenes de toda la comarca. De este modo, y a pesar de la merma de vocaciones, continúa con su labor docente, herencia de los tiempos en los que fue Colegio de Gramática dependiente de la Universidad Compostelana. Uno de sus orgullos es la biblioteca y su colección de 25.000 volúmenes dedicados al derecho, teología, filosofía e historia. Recibe muchas visitas para ver de cerca sus incunables, entre los que destacan una Biblia políglota y el tercer ejemplar que se conserva en el mundo de la “Vida de San Francisco”.
Como seguía sobrando espacio en el magnífico edificio, en parte se ha transformado en una hospedería sencilla y acogedora. Es la clase de alojamiento que permite empaparse en la atmósfera tranquila de Mondoñedo y de su mezcla singular de fe y piedra.

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